El ajo y la cebolla
El ajo y la cebolla se han utilizado durante más de cuatro mil años, al menos, no sólo como alimentos, sino como medicamentos con los que tratar determinados problemas de salud.
Tras unas cuantas décadas de investigación científica hoy son relativamente bien conocidos los principios activos que el ajo y la cebolla contienen y que son responsables, al menos en parte, de sus propiedades terapéuticas.
Efecto terapéutico del ajo y la cebolla
Existe más de 250 especies del género Allium, al que pertenecen tanto el ajo (A. sativum) como la cebolla (A. cepa). Entre las propiedades más destacadas establecidas por las investigaciones llevadas a cabo durante estos años conviene destacar:
Efecto protector de la agregación plaquetaria
Valor anticancerígeno
Actividad antimicrobiana
Efectos antiinflamatorios y antiasmáticos
Actividad fibrinolítica
Cómo comer el ajo y la cebolla
Es importante señalar que para beneficiarnos de todos los principios activos presentes en el ajo y en la cebolla es importante comerlos crudos, bien sea en ensalada o bien cortados y machacados y añadidos a los demás alimentos.
Es cierto que tienen un sabor muy fuerte que a algunas personas no les resulta muy agradable pero es necesario tener en cuenta que, al cocinarlos, muchas de sus propiedades desaparecen.
Ello es debido a que los componentes azufrados, volátiles, no se encuentran presentes en el ajo y en la cebolla enteros, sino que es necesario cortarlos o machacarlos para que aparezcan, tras entrar en acción algunas de las enzimas contenidas en el ajo y en la cebolla.
Por otra parte, diferentes investigaciones han comprobado que las capas exteriores de la cebolla y el ajo contienen pocos compuestos azufrados libres, mientras que esta concentración aumenta progresivamente hasta alcanzar un máximo en los tejidos interiores y en el tallo. Por eso, no conviene, al menos por motivos de salud, quitar el tallo interior de los ajos, aunque reduzca su olor.
En resumen, si queremos beneficiarnos de las propiedades beneficiosas para la salud del ajo y de la cebolla es necesario comerlos crudos y sin quitarles el corazón.
Otros compuestos presentes en el ajo y la cebolla
Además de los compuestos azufrados que aparecen al trocear o machar el ajo y la cebolla también se ha descubierto que contienen:
Numerosas enzimas: Adenosintrifosfatasa (ATPasa), peroxidasa, catalasa, superóxido dismutasa, lisozima, lipasas o desoxirribonucleasa (DNasa)
Otros principios de interés: Factor anticoagulante, oligrofrutanos, escordinina, adenosina, quercitina o prostaglandinas.
Cada uno de estos compuestos se asocia con algunas de las propiedades terapéuticas del ajo y de la cebolla pero muchos de ellos desaparecen o se transforman bajo el efecto del calor, de ahí la importancia de comerlos crudos.
Para ampliar la información sobre los efectos de cada enzima o principio os recomiendo echar un vistazo a la obra de Felipe Hernández Ramos, Antienvejecimiento con nutrición ortomolecular, un libro muy detallado e interesante del que proviene buena parte de la información de este artículo.
Fuente fotos:
http://www.laverdad.es/murcia/rc/20110219/sociedad/cebolla-vino-tomates-prevenir-201102191422.html
http://www.naturalcomolavidamisma.com/productos-ecologicos/verduras-y-hortalizas-ecologicas/ajo-ecologico-250-gramos/
Ya lo dijo el gran Karlos Arguiñano, que sin cebolla ni ajo se hubiera metido a peluquero!